Entre los años 1970 y 1980 la moda masculina denotó una fuerte influencia de la ropa deportiva, aunada a una amalgama de influjos que iba desde la ropa clásica hasta el estilo pop, todo lo cual devino en un estilo apodado «casualismo». La diseñadora Shade Thomas-Fahm fue la creadora del prêt-à-porter africano en sus boutiques de Lagos (Nigeria), donde vendía versiones modernas de prendas tradicionales como el buba (un top), el iro (una falda envolvente) y el ipele (un chal).