El primero es una declaración de intenciones, vestida con bata, delante del caballete, con la paleta y el pincel. Acababa de cumplir treinta años, rellenita y muy elegante, era la artista que se dispone a salir del estudio. Está hecha en tonos oscuros, los tres espacios verticales de la composición la sitúan en el centro, la paleta y los cuadros representan el ámbito seguro y lleno, por otro lado la puerta oscura la espera.