Su último libro publicado en ese año, Patita y Mila, chandal barça estudiantes fue un rotundo éxito. Ya no es un libro de literatura infantil sino juvenil. Siguió escribiendo y en 1950 publicó Los cuentos que Celia cuenta a las niñas y Los cuentos que Celia cuenta a los niños. La principal prenda femenina era la blusa, una túnica larga y ceñida de distinto color según la posición social: blanca para las campesinas, rojo o azafrán para rangos más elevados.