Otra recomendación de la época era el remiendo y el reciclaje de prendas antiguas. A finales de los años 1930 se produjo un revival de la moda de época victoriana, que vino en denominarse «estilo neovictoriano». En contraposición a la moda de entreguerras, diseñó una línea romántica, basada en una figura de cintura de avispa y pecho redondeado, con chaquetas entalladas y faldas amplias con cancán o enaguas almidonadas, zapatos con tacones de aguja y sombreros con velos en la cara.