Este tipo de comercio permite una publicidad más directa y una mayor personalización de los gustos de los clientes, ya que los datos son más fácilmente cuantificables. En el siglo XIX, el auge de la burguesía propició la llegada de nuevos roles en la moda, con una mayor acentuación de las diferencias entre sexos: la vestimenta masculina se volvió más austera, con trajes entallados, sin adornos, con preferencia por tonos oscuros; para la mujer, excepto en el período neoclásico, se impuso el uso del corsé y de pesadas faldas con enaguas o crinolina, lo que dificultaba sus movimientos, chandal barcelona hombre un símbolo de su escasa libertad a nivel social.