Los persas usaban prendas de vivo colorido, destacando el púrpura y el amarillo, y adornados con dibujos de colores, generalmente círculos, estrellas y flores, de color azul, blanco o amarillo. Los antiguos persas solían llevar una túnica sobre la que colocaban una bata de amplias mangas, con dobleces y una faja a modo de cinturón. Uno de los sastres más famosos fue Henry Poole, que fue nombrado en 1858 sastre de Napoleón III.