Tenían forma redondeada y solían ser planos; tan solo a finales de siglo empezó a surgir tímidamente un tipo de tacón. Se pasó de la forma tubular del vestido camisero a prendas más curvilíneas, chaqueta del barcelona gracias a los experimentos en corte y estructura de la diseñadora Madeleine Vionnet. De 1922 data su petite robe noir («vestidito negro»), un vestido de cóctel de color negro en crepé de China que, en distintas combinaciones según los accesorios, servía para distintas horas del día.