En España, la llegada de los Austrias comportó una nueva moda de origen germánico, que se denotó sobre todo en los trajes acuchillados. Entre 1770 y 1780 surgió en moda masculina un tipo de personaje exageradamente procupado por la elegancia, un prototipo de lo que sería el dandi que vino en llamarse macaroni. Las mujeres usaban una falda tipo sarong llamada htamein y una chaqueta eingyi como la de los hombres.