Sí lo fueron para la Casa Blanca el paso de Vietnam del Norte, Birmania y Cuba a la esfera comunista, sin mencionar todas las naciones europeas bajo la ocupación soviética. También parecía obtener éxitos en Malasia, Indonesia o Filipinas, naciones con posibilidad de cambiar de aliados. Como contestación a esta real o supuesta expansión del comunismo, en la década de 1940, Harry S. Truman ayudó a la monarquía griega a ganar su guerra civil contra las milicias del Partido Comunista de Grecia (KKE).