Algunos diseñadores británicos de alta costura se enmarcaron en esta línea, como Norman Hartnell, Hardy Amies y Digby Morton. De igual forma, el tiempo de las top-models pasó y, en el nuevo milenio, la tendencia en las pasarelas fue la utilización de modelos anónimos, de aspecto aniñado y cada vez más estilizado, así como el auge de las llamadas it girls, figuras individuales que buscan su propio look y que pueden influir en la moda gracias especialmente a las redes sociales, como Olivia Palermo y Lou Doillon.