En 1894 abrió su firma, Maison Lucile, en Londres, de la que tuvo sucursales en París, chandal del barça 2022 Chicago y Nueva York. Hábil para el marketing, sabía vislumbrar las necesidades de sus clientas, a las que atendía en todos los aspectos, desde los vestidos hasta los complementos, chandal barcelona 2023 perfumes y cosméticos. “Lo pasamos mal porque el 90% de nuestra facturación ha dependido siempre de las tiendas físicas”, reconoce.