En estas décadas la ropa deportiva evidenció un notable auge, especialmente en actividades como la natación, el tenis, la hípica, el golf y el esquí, chandal barça para las que se desarrollaron prendas específicas. Más tarde, cuando la confección empezó a industrializarse, surgieron nuevas profesiones, como los tintoreros, sudadera barcelona bataneros y esquiladores. El entalle de las prendas también favoreció una mayor diferenciación por sexos.