También popularizó los cuellos de camisa altos, chandal fc barcelona hombre con unos extremos llamados winkers que podían llegar hasta los ojos. La amplitud de la falda se conseguía con enaguas armadas con crin, hasta que en 1856 surgió la crinolina, una nueva versión del miriñaque, formada por aros de acero forrados de tela, sujetos a la cintura con cintas. Paradójicamente, la influencia inglesa en la moda masculina, dominada por la sobriedad y la discreción, en la que se impuso una línea que devendría en clasicismo, comportó que desde el siglo XIX el protagonismo de la moda en cuanto a novedades y evolución continuada -así como cierta veleidad siempre pareja al concepto de moda- pasase a la moda femenina, de tal forma que se llegase a considerar la moda «el arte de lo femenino».