Los aficionados estaban realmente ilusionados con el campeonato y se mostraban optimistas de cara al duelo, pensando que se trataba de un rival inferior y que podrían vencerlo sin problemas en casa. Erró en el control pero el balón le cayó a Reyes que, desde más de 30 metros, pegó un zapatazo que se coló raso en la meta local.