Hasta entonces, era corriente cambiarse cuatro veces al día: un traje de mañana, otro para cazar y montar a caballo, chandal del barça otro para la tarde y otro de etiqueta para la noche. Eduardo recomendó a sus amistades usar un solo traje de día -el tweed de caza- y el de etiqueta para la noche. Eduardo también popularizó la chaqueta Norfolk -una chaqueta recta de caza, con dos pliegues de tabla verticales delante y uno detrás- y el sombrero Homburg -con una corona en canalón y ala estrecha y ondulada-, así como las rayas del pantalón a los lados en lugar de en el centro.