Pese a ello, unos meses después, los representantes de Vietnam del Norte se retiraron nuevamente. En Estados Unidos, Ralph Lauren lanzó una colección en esta línea inspirada en la moda de los colonos del oeste norteamericano, que fue bautizada como estilo «casa de la pradera». Cuando los norvietnamitas volvieron a sentarse, Nixon lo presentó como una victoria; pero lo cierto es que Hanói no cambió sustancialmente sus exigencias que obligaban al Sur, entre otras cosas, a no poder reconquistar territorio ni les exigía a ellos abandonar lo tomado.