La vertiente masculina del New Look fue el llamado «estilo neoeduardiano», que buscaba recuperar la elegancia de los trajes de la Belle Époque. También fue por influjo español que las faldas se cubriesen de encajes y volantes, sobre todo en la tercera década del siglo. En Perú surgió el tipo femenino de la tapada limeña, que llevaban una saya, un tipo de falda de seda grande y larga, y un manto que les cubría la cabeza dejando tan solo un ojo a la vista.