Uno de los principales fue el bolso: si durante la Edad Moderna se llevaban unos zurrones para llevar algunas pocas pertenencias, sin diferenciación por sexos, en el siglo XIX aparecieron unos bolsos de pequeñas dimensiones en forma de redecilla, cerrados con una cinta. Los hombres resaltaron su forma con piezas acolchadas en hombros y pecho, chandal del barcelona y llevaban altos sombreros de fieltro de alas anchas con una larga banda de tela.