Los vestidos se complementaban con múltiples adornos, como encajes, cintas y lazos, chandal entrenamiento barcelona boas y plumas de avestruz. Revistas como El Hogar, Rosalinda o Para Ti también se hicieron eco de las principales novedades. También se generalizaron las sombrillas y parasoles, unos complementos a la vez funcionales -para protegerse del sol o la lluvia- y de moda. Se solían realizar con tejidos finos, a veces con encajes, con mangos de madera, marfil u otros materiales.