Otro nuevo elemento de moda fueron las máscaras, que servían tanto para mantener el anonimato como para proteger el rostro de los elementos. Estuvieron de moda los cinturones ricamente decorados, de los que pendían dagas y bolsillos. De igual manera, se abandonó el velo, sudadera entrenamiento barcelona que solo continuaron utilizando monjas y viudas. En Tailandia era típica una falda larga rectangular llamada chongkraben. Las mujeres llevaban la cota, una túnica larga interior escotada y ceñida al cuerpo, y un vestido exterior sin mangas y de larga cola (surcot), con aberturas para los brazos muy largas (fenêtres d’enfer, «ventanas del infierno»); encima llevaban un corpiño corto, de rico paño y bordado en oro.