Brummell fue el primero en almidonar el pañuelo del cuello, chandal del barcelona de los que usaba dos versiones: una corbata doblada que daba la vuelta al cuello y se anudaba por delante o una tela almidonada llamada stock que se abrochaba por detrás. Las mujeres empezaron a llevar varias faldas superpuestas, con un cinturón de tela bajo el pecho, y llevaban un sobretodo (osode) de amplias mangas. En el siglo VII, con la introducción de la seda, se adoptaron las formas de los vestidos chinos, que se regularizaron con el código Taihō (701) en el «vestido reglamentario» japonés.