Tanto es así que contaba con una de las unidades más famosas, los «Voluntarios de la muerte vietnamitas» dispuestos a morir encadenados a los árboles para cubrir a sus compañeros. El ejército y el país que lo mandaba contaba con ayuda de una superpotencia, la Unión Soviética, y también de China, chaqueta del barcelona ya en competencia por ganar aliados. Entre ambas facilitaron al régimen de Hanói el más moderno armamento y entrenamiento de que disponían.